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jueves, 9 de diciembre de 2010

La Mente es un campo de batalla

por Enrique Monterroza

Todo lo que nosotros nos disponemos a hacer tiene que pasar primero por nuestra mente, es decir que toda acción es premeditada, en el sentido de que antes de llevarla a cabo esa idea mala o buena, anduvo rondando en nuestra mente.
Nuestra mente, nuestros pensamientos, son el primer campo de batalla en donde el enemigo envía sus dardos de fuego para acabar con nosotros. Pero depende de cada uno el hecho de permitir que esos dardos de fuego comiencen a incendiar nuestra vida o que simplemente los apaguemos con el rio del Espíritu del Señor.
Es imposible no pensar en algún momento en lo malo, pero lo que sí es posible es eliminar esos pensamientos de nuestra mente. ¿Cuántas personas se sienten mal porque en su mente hay pensamientos malos, lujuriosos, pecaminosos, odio, rencor o de maldad? Y es que por naturaleza hay en nosotros una tendencia al Mal, pero la Biblia dice: “…Pero nosotros tenemos el Espíritu de Dios, y por eso pensamos como Cristo”. 1 Corintios 2:16b (Traducción en lenguaje actual)
Al principio de mi caminar cristiano, en algunos momentos de mi vida hubieron ocasiones en las que estando en la Iglesia, quizá cantando, quizá adorando a Dios o escuchando un mensaje, venían a mi pensamientos malos, pensamientos que me hacían sentir muy mal y de alguna forma me privaban de recibir lo que Dios me quería dar en ese momento.
Pero leyendo la Palabra de Dios, me di cuenta que hay una manera de vencer esa batalla en la mente, porque de hecho es una batalla completa, el enemigo sabe que enviando pensamientos negativos a nuestra mente puede hacer que muchos nos desviemos del propósito para el cual Dios nos ha llamado.
Por esa razón hoy quiero darte humildemente una sola arma con lo cual puedes vencer toda clase de pensamiento negativo de tu mente que está provocando una batalla tremenda:
Tratar de pensar cosas agradables y de virtud. La Biblia dice en Filipenses 4:8 “Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado”. Filipenses 4:8 (Traducción en lenguaje actual)
Quizá tu digas en este momento: “¿Pero cómo lo hago?, sin ese es mi problema, que no puedo pensar en lo agradable”. Nuestra mente se llena de pensamientos dependiendo de lo que hagamos durante el día. Eso quiere decir que si alimentamos nuestra mente con malas conversaciones, con imágenes desagradables, con sonidos que no edifican y sumado a esto descuidamos nuestra vida devocional (orar, leer la Biblia, congregarse, etc.) entonces será demasiado difícil dejar de pensar cosas negativas.
La única forma de ir eliminando poco a poco aquellos pensamientos negativos de nuestra mente es PENSANDO EN LO BUENO. ¿Cómo lo hago?, simple y sencillamente empapándote de lo bueno, teniendo una comunión mas intima con el Señor. Dedicando periodos de tiempos largos o cortos al Señor para hablar con Él en oración. Dedicar algunos minutos para leer la Palabra y sobre todo reflexionar en lo que Dios quiere decirte a través de ella.
En cuanto tú alimentes tu mente de cosas positivas de cosas buenas, entonces tu mente no tendrá lugar de andar pensando en cosas negativas que dañan tu moral delante de Dios.
La Biblia nos da la CLAVE y esta es: “No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien”. Romanos 12:21 (Nueva Versión Internacional)
Una de las cosas que yo hacía cuando era atacado por pensamientos malos e impuros, era que me iba a algún lugar a solas y comenzaba a buscar del Señor, a hablar con Él, quizá tomaba la guitarra y me ponía a cantar o tomaba la Biblia y meditaba en algún pasaje para llenar mi mente de cosas positivas. Poco a poco mi mente se fue acostumbrando a cosas buenas y olvidando las cosas que no edificaban mi vida y lejos de edificar me ponían un muro enorme para acercarme al Señor.
Ahora muchos años después, no te voy a decir que en algún momento mi mente no es atacada, pero ahora me es más fácil aun contrarrestar esos ataques con EL BIEN. En algún momento Martin Lutero dijo y por cierto tenía mucha razón: “No puedo evitar que las aves vuelen sobre mi cabeza, pero si puedo evitar que hagan nido en ella”. Ahora traduciéndolo a un lenguaje más popular y entendible seria: “No puedo evitar que en algún momento vengan a mi mente pensamientos malos e impuros, pero si puedo evitar que esos pensamientos se queden permanentes en mi mente”.
Hoy quiero invitarte a que examines detenidamente que cosas estás viendo, que cosas estás oyendo, que cosas estás hablando o a que lugares estás asistiendo y que todo ello te ayude a detectar el porqué de esos pensamientos inapropiados, es decir: “Detectar de que estas alimentando tu mente”.
Hoy es un hermoso día para comenzar a contrarrestar todo ataque del enemigo a nuestra mente por medio de esos pensamientos desagradables, ¿Cómo?, HACIENDO EL BIEN, PARA PENSAR EN LO BUENO. ¿Cómo?, a través de esa RELACION PERSONAL que Dios quiere que tengamos con El.
Vivamos cada día dependiendo de Él, que no pase ningún día de nuestra existencia sin que vayamos delante de Él en oración, mantengamos una vida de devocional activa para que cuando los ataques del enemigo vengan a nuestra vida, podamos resistir y vencer.
“Por lo tanto, ¡protéjanse con la armadura completa! Así, cuando llegue el día malo, podrán resistir los ataques del enemigo. Y cuando hayan peleado hasta el fin, seguirán estando firmes”.
Efesios 6:13 (Traducción en lenguaje actual)

La mente es un campo de batalla, pero Jehová de los Ejércitos nos ha dado la victoria.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Cuando la era del hielo llega a nuestros corazones Compartir3

Algo está pasando con los cristianos alrededor del mundo; no son sólo las guerras ni la hambruna, pero hay otra señal que está alarmando mi vida por eso decidí escribir estas líneas le duela a quién le duela… ¿Qué nos dice la Biblia de estos tiempos? “… Abundará el pecado por todas partes y el amor de muchos se enfriará” Mateo 24:12NTV Esto ya lo estamos viviendo, gente que a lo bueno le dice malo y a lo malo bueno… lo peor de esto es que son cristianos los que no viven lo que profesan.

¿Eres tú uno de los que ha permitido que su amor por Dios se congele? ¿Ya no amas a Dios cada día más? No digo que no lo ames pero respóndeme con una mano en el corazón, ¿qué ha pasado? ¿En qué momento te enfriaste? Muchos de nosotros ya no somos los de antes, ya no tenemos la misma comunión con Dios, hemos perdido la relación de amor que nos unía a Él, ese deseo que ardía por estar más tiempo en su presencia. Es como si la era del hielo hubiera llegado a nuestro corazón: “No sentimos nada cuando se predica su Palabra, nos hemos vuelto insensibles, volvemos a fallarle, andamos de mal humor, con ataques de depresión, dejamos de ver a Dios en la foto de nuestra vida… simplemente parece que lo perdimos de vista”.


Me duele en el corazón ver a amigos – personas que amo – deprimidas, dejándose al abandono, no haciendo nada por salir adelante, no comen porque están deprimidos, prefieren dormir todo el día y ya no buscan más de Dios. Van a la iglesia pero sólo por inercia o a petición de sus líderes o pastores. ¡Tú no eras así! No se suponía que llevaras una vida mediocre espiritual, ni que fueras un zombie.

Te escribo a ti, que sé que estás pasando por batallas que te cuesta ganar… Te escribo a ti, que sé estás luchando por dejar pecados, que ya no soportas vivir más así… Por eso me atrevo a decirte que no estás sólo pues Dios es tu compañía.

Mis batallas más grandes, amigos, las he ganado de rodillas y es que hay situaciones en nuestras vida, que requieren que nos arrodillemos delante de Dios.

Arrodillarse es cuando le dices: “¡Yo me rindo, no puedo sólo, quiero que seas tú! Todo lo que tengo y todo lo soy te pertenece”.
¡Vamos, adoremos de rodillas a nuestro Dios y creador! Pertenecemos a Dios; nosotros somos su pueblo. Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño; ¡estamos bajo su cuidado si hoy escuchamos su voz!
Salmos 95:6-7 LENGUAJE ACTUAL

A veces tratamos de vivir nuestra vida como Bruce, el de la película del Todopoderoso, pero nosotros no somos Dios ni debemos gobernar nuestra vida. Déjalo a Él obrar en ti… Él sabe su trabajo.

Yo te aconsejo… No te pares del piso hasta que no sientas que tu corazón se ha calentado junto al suyo, hasta que vuelvas a ser el hombre o la mujer que amaba a Dios, que puedas escuchar su voz… que seas esa ovejita lanuda, la que el Pastor acaricia… a la que le importaba más lo que Él piense que lo que la gente diga…

“Aún cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me infundirán aliento” Salmo 23:4 NTV

¿Estás pasando por estos momentos oscuros en tu vida, momentos de soledad y tristeza, momentos de mucho dolor? Vamos, no lo olvides, Dios siempre está a tu lado.

Y sólo por esa razón, quiero que sepas que Él permite experiencias en tu vida para enseñarte muchas cosas y, sobre todo para que aprendas. A veces nos damos contra la pared; otras, la cruzamos pero recuerda que Dios te ayuda en todo momento… solo si tú se lo permites.

En medio de la enfermedad, Él es quién vela junto a ti como tu médico de cabecera. Cuando tienes problemas legales, Dios promete ser tu abogado (Lamentaciones 3:58, 1 Juan 2:1) Cuando no tenemos dinero, ni trabajo, Él es quién provee para nosotros el pan de cada día.

Dios te conoce… Antes que le vayas a pedir algo ya sabe cuál es tu pensamiento. Entrégate a él, saca el hielo de tu corazón y Él te llevará a lugares que jamás pensaste alcanzar.

Fuente:

lunes, 6 de diciembre de 2010

como el limon

Quizás lo que les cuente a continuación les parecerá algo extraño pero así paso:

Hoy fui a la cocina con deseos de tomarme una limonada. Tome el Limón del refrigerador y lo partí a la mitad para así poder exprimirlo. Pero antes, pensé: - "Pobre limón",- "Wow, Dios tuvo que haber pensado en mi cuando hizo el limón"- Como se forma el jugo agrio dentro del limón?.- Me pregunte. Proseguí a exprimir mientras pensaba lo maravilloso que es Dios.

Cuando de repente tuve este pensamiento:- "Los seres humanos nos parecemos al limón, somos aparentes por fuera (Bien normales), pero estamos llenos de tan amargo jugo, cosas que quizás otros desconocen esta dentro de nosotros, amargos y desabridos. Puro pecado y maldad.

Entonces al momento de entregarnos en las manos de Dios (Creador del limón), El nos toma y nos exprime extrayendo todo de nosotros, todo ese amargo sabor. Pero no queda ahí, nos deposita en su vaso, nos mezcla con azúcar (su dulce palabra), y luego nos completa con el agua de su espíritu, completando en nosotros una rica limonada con rico sabor que refrescara a todo aquel que la tome. Uhmmm...
Por cierto me quedo rica la limonada.