NUESTRO TALLER DEL MAESTRO FUNDADO HACE 5 AÑOS
NUESTRO PASTOR TUVO UN ENCUENTRO CON EL ESPIRITUA SANTO
Y SU VIDA JAMAS FUE LA MISMA , LUEGO VINO EL MOVER DEL
ESPRITU SANTO A TODA LA IGLESIA Y EL PODER DEL ESPIRITU SANTO
NOS EMPESO A TOCAR A TODA LA COMGREGACION , Y LUEGO FUIMOS A NUESTRO
ENCUENTRO , Y DESDE AHI NUESTRA VIDAS JAMAS HAN SIDO LAS MISMA
TENEMOS 17 TALLERES , HOMBRE Y MUJERES Y HAN SIDO ALMAS TRANSFORMADAS
POR LA PRECENCIA DEL ESPIRITU SANTO .
AHORA LE SERVIMOS EN ESE TALLER A HOMBRES Y MUJERES , PERO NUESTRO OJOS MIRAN
A DIOS , PUES LE SERVIMOS DIRECTA MENTE A EL , SABEMOS QUE DIOS ESTA HACIENDO
ALGO MILAGROSO EN ESE TALLER , DONDE DECIENDE , ORO , ANGELES CUIDAN
EL CAMPAMENTO CELESTIAL TALLER DEL MAESTRO.
HOMBRES Y MUJERES SON SANOS . POR LA PRESENCIA DEL ESPRITU SANTO.
Al paso del tiempo, este esfuerzo fue creciendo y convirtiéndose en una ventana donde se pudieran concentrar todos los recursos posibles ya no de una persona, sino de muchas personas para poner estos a disposición del pueblo de Dios y así, poder coadyuvar en algo a todos nuestros hermanos visitantes a desarrollar de la mejor manera el ministerio y llamado que han recibido del Señor.
En Encuentro Cristiano no reconocemos divisiones ni denominaciones en el cuerpo de Cristo. Creemos en la existencia de un SOLO DIOS a iglesia cristiana, cuerpo espiritual del Señor en el cual existen diversidad de costumbres y prácticas pero una sola doctrina emanada de la Palabra escrita inerrante de Dios: La Biblia. Es por ello que invitamos a todo creyente a disfrutar de este espacio y de ese taller del maestro en donde esperamos que, la comunión prevalezca por encima de nuestras diferencias de opinión hasta el momento en que Dios reclame nuestra presencia ante Él en la nubes. Que Dios nos bendiga.
¿Que es un Encuentro?
Un encuentro es una experiencia real y genuina con el señor, en la que una persona se acerca a Dios y Dios a el de una forma más intensa, produciendo en el y en su relación con Dios cambios palpables en su vida
El propósito de un Encuentro es ministrar a fondo a las personas, trayendo por medio del
Espíritu Santo la sanidad, restauración y liberación que nuestro Señor nos ofrece.
¿Porque es necesario un Encuentro? En el tiempo que Jesús ejerció su ministerio las personas le seguían y tenían un anhelo ardiente de servirle que no provenía de ninguna presión o manipulación.
Unos ejemplos son: Cuando Jesús sanó a la suegra de Pedro de la fiebre, ella inmediatamente se levantó y les servía (Marcos 1:29-31), y cuando liberó al endemoniado gadareno éste le rogó que lo dejara seguirle (Marcos 5:1-20).. De igual modo, si las ovejas son liberadas de pecados que los mantienen atados, de la culpa de sus errores y de las heridas provocadas por otros, éstas, al verse bendecidas por Dios, desean compartirlo con otros, sirviendo a Dios con compromiso y pasión.
El arrepentimiento es un cambio de vida y es elemental para tener un Encuentro profundo con Dios; Hechos 3:19 dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Joel 2:12-32 resalta la necesidad de volvernos a Dios, rasgar nuestro corazón y mejorar nuestros caminos, para que Dios traiga bendición y restaure nuestras vidas. Como el arrepentimiento es un don de Dios (Hechos 5:31 y 2 Timoteo 2:25) mas que un mero requisito, se debe orar e interceder por que la gente lo reciba, motivándoles a creer en Cristo para ello.
En estos pre-encuentros se hace énfasis en prepararse para un Encuentro con Dios y esperar un cambio real y profundo. Es por eso que en ellos se confronta con la Palabra de verdad, pero al mismo tiempo con misericordia, señalando la obra de Jesús en la cruz y el perdón de Dios.
LOS PRE-ENCUENTROS BÍBLICOS
ES NECESARIO PARA TU VIDA Y PARA LA MIA
Bíblicamente hubo varias personas que experimentaron varios Pre-Encuentros o circunstancias anteriores a su Encuentro con Dios que los llevaron a experimentar ese glorioso momento.
Por ejemplo, la mujer con flujo de sangre que fue sanada en su encuentro con Jesús, tuvo un Pre-Encuentro que la movió a hacer aquel acto de fe de tocar el manto del Señor. Dice la Biblia que ella “oyó hablar de Jesús”. Esto animó a aquella mujer y la preparó para su milagro (Marcos 5.25-34). Otro ejemplo similar es la mujer sirofenicia cuya hija estaba atormentada por un demonio (Marcos 7.24-30). Moisés, para poder tener aquel Encuentro maravilloso con Dios en la zarza ardiente, tuvo que llegar al “monte de Dios”, es decir, al punto ideal donde El se le podía revelar y encontrar una respuesta adecuada de Moisés (Ex 3.1). Y Jesús, antes de ascender al cielo, les indicó a los discípulos que se quedasen en Jerusalén y esperasen la promesa del Padre, preparando así, la fe y la expectativa en ellos para recibir al Espíritu Santo en Pentecostés. Así son los Pre-Encuentros; en éstos se le habla de Jesús a las personas y se les lleva al punto en que fácilmente puedan tener un Encuentro con Dios.
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Que las personas se den cuenta de la necesidad de cambiar su vida, de ser sinceros y descubrir su corazón ante Dios para ser transformados.
: 2da de Reyes 5.1-14. Naamán ejemplifica a un gran hombre ante los ojos de los hombres, admirado y respetado, pero que tenía un problema que lo hacía alguien propenso ser rechazado. Naamán era:
- General del Ejército de Siria (el imperio mundial de aquellos días) lo que lo hacía el hombre más poderoso del mundo
- Varón grande delante del rey
- Lo tenía en alta estima
- Había dado salvación a Siria
- Era valeroso en extremo
- PERO TAMBIÉN: leproso
La lepra era la enfermedad menos deseada en aquellos días. Los leprosos eran apartados de la comunidad y despreciados. Eran mirados con bajeza. Naamán, un hombre admirado y apreciado por todos, de seguro escondía su enfermedad bajo sus vestiduras y su armadura, dando así una apariencia de grandeza, valor y respeto. Pero cuando en lo privado debía quitarse la armadura y desnudarse se daba cuenta de la realidad de su vida: era leproso.
Muchos hombres son así: pueden aparentar valor, coraje y grandeza, pero sólo Dios y ellos conocen su realidad y sus pecados. Saben que si son descubiertos, no solo la ley de Dios, sino los hombres los rechazarían, y por eso los esconden. Para que Naamán fuera sano tuvo que humillarse y dejar a un lado las apariencias; tuvo que ser sincero y descubrirse ante Dios. Por medio de su criado, el profeta Eliseo le mandó a sumergirse siete veces en el río Jordán para ser limpio de su lepra. Para eso Naamán tuvo que desnudarse, descubriendo así su realidad. Esto equivale a arrepentirse y confesar los pecados; ser descubierto y desnudado delante de Dios, reconociendo la necesidad de ser limpiados. Naamán fue sano al sumergirse en el río de Dios; de igual forma nosotros somos limpios y transformados al encontrarnos con Dios y sumergirnos en su Espíritu.
Reflexión #1
1. ¿Cómo está tu relación con Dios: muy buena, buena, regular o mala? ¿Por qué?
2. ¿Crees que hay algo que debas cambiar para mejorar tu relación con Dios? ¿Qué es?
3. Sinceramente, ¿Cómo te calificarías en tu santidad: muy bien, bien, regular o mal? ¿Por qué?
4. ¿Qué problemas tienes con tu carne y en que pecados cometes más frecuentemente? Haz una lista de por lo menos siete pecados.
5. ¿Crees que esto le agrada al Señor? ¿Cómo crees que se siente al respecto?
6. ¿Qué cambios esperas que Dios haga en tu vida en este Encuentro?
7. ¿Qué cambios crees que Dios espera de ti?
Un Encuentro que transforma Y CAMBIA TU VIDA PARA SIEMPRE
Que todos crean que pueden ser tocados y transformados con Dios. En este tema se busca que las personas se identifiquen con un personaje bíblico que fue transformado a raíz de un Encuentro con Dios. Por eso se relata la vida anterior y posterior a la experiencia transformadora, haciendo énfasis en la diversidad de personalidades a las que Dios cambió, así como a la seguridad de que Dios puede hacer lo mismo con cada uno.
: La vida de los hombres depende de un Encuentro. Un encuentro con Dios cambia a las personas. Ejemplos de ello son: Abraham, Noé, Adán, Jacob, Moisés, Josué, Samuel, David, Elías, Isaías, Job, Pedro, Pablo, Esteban, Juan, etc. Todos ellos tuvieron un encuentro personal con el Señor, de una u otra forma y sus vidas fueron revolucionadas.
Veamos el ejemplo de Job: un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. En el momento de la prueba trató de justificarse ante Dios, pero cuando Dios se reveló ante El dijo: “Por tanto, yo hablaba lo que no entendía... De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” (Job 42:1-6) Job ejemplifica a la persona recta, apartada del mal y que se justifica así mismo, pero desde el día que se arrepintió fue prosperado y se le restauró todo lo perdido. Su vida cambió porque tuvo un encuentro con Dios.
Moisés era un hombre aguerrido que gozaba de un enorme éxito. Era miembro de la familia real de Egipto, tenía títulos, poder e influencia y grandes riquezas. Todo aparentaba que sería un hombre feliz y realizado, pero cuando conoció al verdadero Dios encontró la felicidad de su vida (Hebreos 11.23-29). Aquel hombre que un día mató a golpes a un egipcio, legó a ser el hombre más manso sobre la tierra. (Éxodo 2:11-15, Números 12:3)
El apóstol Pedro antes de conocer a Jesús tenía por nombre Simón, que quiere decir un junco llevado por el viento. Esto revelaba su personalidad; cambiante, de doble ánimo, influenciable y débil interiormente. Pero Cristo cambió su nombre y su carácter: Pedro, que significa piedra (alguien sólido, firme y confiable; Juan 1:42). Este hombre impulsivo, hablador e impetuoso llegó a predicar con poder el primer mensaje de la Iglesia cristiana.
Pablo era un legalista, riguroso y aguerrido joven, emprendedor y visionario, lleno de coraje y fuerza. Su personalidad debe haber sido la de un hombre tosco, enojado y exigente, a tal punto que llegó a ser un asesino y perseguidor de cristianos. Tan solo tres días después de encontrarse con Jesús en el camino a Damasco, predicaba con todo denuedo al Cristo que un día persiguió ¿Que lo cambió? Un Encuentro con Cristo (Hechos 9). En las epístolas que escribió reflejó la ternura y delicadeza de su nuevo carácter en Cristo: un hombre paciente en las persecuciones y entregado por completo a bendecir a otros.
¿Y qué de Abraham? De un viejo impotente y una anciana estéril, nació el Hijo de la Promesa. Debe haber sido de aquellos hombres confiables, amigables y diplomáticos, pero impotentes para cumplir sus sueños, faltos de motivación y hasta temerosos de nuevos retos. Dios lo transformó en un hombre que confiaba y obedecía su llamado.
El jefe de la mafia de aquellos días se llamaba Zaqueo. Un encuentro con Cristo lo cambió en una persona dadora y orientada hacia los necesitados. María Magdalena era una mujerzuela de quien salieron siete demonios. Ambos quedaron como ejemplos de que de alguien sumergido en pecados Dios puede hacer un discípulo de Jesús.
Uno tras otro experimentaron cambios en sus vidas por un encuentro con la presencia del Espíritu Santo. Bartimeo el ciego, María la madre de Jesús, Zacarías el padre de Juan el Bautista, Mateo, Lázaro, los 12 apóstoles, los 120 en el aposento alto, los 3,000 de pentecostés, toda Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra: “Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas, cubren el mar (Habacuc 2:14). ¡De seguro que tú vida cambiará al encontrarte con Dios!
1. ¿Qué es un Encuentro? ¿Por qué debes vivirlo?
2. Escribe tres personas que la Biblia mencione que hayan experimentado un Encuentro con Dios, y describe su vida antes y después de ese Encuentro
3. ¿Con cuál de las cinco personas que escribiste anteriormente te identificas más? Por qué? ¿Crees que Dios puede hacer lo mismo por ti?
4. De las siguientes áreas, escribe que tanta necesidad tienes de ser ministrado en cada una (urgente, mucha, regular, poca). ¿Por qué? (escribe en la parte de atrás de esta hoja la razón para cada una)
· Arrepentimiento de pecados, no seguir más los deseos de la carne
· Consagración a Dios, apartarte del mundo
· Liberación de la influencia, cadenas, aflicciones u opresiones del diablo
· Sanidad Física y de heridas en el corazón, perdonar a otro, dejar el rencor
· Auto estima, amarte y valorarte a ti mismo
· Familia: deshonra, insujeción, maltrato o rechazo
· Finanzas: ofrendar a Dios, dar a otros, administrar bien
· Relación con Dios, oración y lectura de la Palabra
Examínate! TU VIDA jetivo: Que cada uno comprenda que para cambiar es necesario arrepentirse de sus pecados y recibir el perdón de Dios. En este tema se habla sobre la importancia de examinarse a uno mismo en todas las áreas para identificar qué es lo que hay que cambiar. Debes tener cuidado en ministrar el arrepentimiento con benignidad, bondad y paciencia, no con rudeza o agresividad (Romanos 2.4). Haz énfasis en la gracia y el perdón más que en el pecado.
En esta sesión se entrega la Clínica Espiritual para que la llenen. Al entregarla debes ser muy claro en los siguientes puntos:
- Es personal y confidencial, y nadie más la vera
- Que al llenarla con sinceridad, la persona será la que reciba el beneficio de ello
- El motivo de la Clínica no es condenar a alguien, sino llevarlos a un verdadero cambio con el Señor, si bien es cierto que muchos se sentirán confrontados con ella.
- Deben marcar aquellos pecados o circunstancias que conocen que han cometido o bien que el Espíritu los guíe a ellos. La Clínica no solamente trata sobre pecados, sino sobre sus vidas en general
- Deben orar en base a ella, guardarla y llevarla al Encuentro (es indispensable).
Como ya dijimos, el arrepentimiento es clave para cambiar, pero no hay arrepentimiento si no se conocen los pecados. Por eso es necesario examinarse, probarse y analizar nuestras vidas a la luz de la palabra de Dios, y así ser confrontados. Debemos comparar nuestra vida al standard de Dios, a su medida, a su regla, no a la medida nuestra ni la de otros. No es suficiente ser mejor que otros cristianos y es hasta vergonzoso compararse con el mundo. La medida de Dios es justa y estable; nunca cambia. Pablo dijo que no se atrevía a compararse con otros ni a medirse a sí mismo sino conforme a la regla de Dios (2 Corintios 10:12), pues no sería juzgado por hombres sino por Dios (1 Corintios 4:1-4). Debemos ser confrontados para cambiar. Job cambió cuando fue confrontado, y luego fue perdonado, restaurado y prosperado.
La Biblia nos llama a examinarnos en los siguientes pasajes:
- Proverbios 4:26-27 Nos dice que debemos examinarnos para así poder apartar nuestro pie del mal
- Salmos 26:1-3 David le pide a Dios que lo escudriñe y lo examine, pues el conocía la misericordia y la verdad de Dios. Esto nos da una gran lección: al conocer la gracia de Dios podemos examinarnos con confianza ante El.
- Salmos 139:23-24 Aquí también el salmista le pide a Dios que lo examine y lo pruebe para conocer si hay camino de perversidad y enderezarlo.
Guiar a cada persona al genuino arrepentimiento y a la fe en Dios. En esta sesión se separan a las personas por los talleres en que quedaron distribuidos para que los guías puedan evaluar la situación personal de cada uno, cuidando de que no haya condenación ni auto justificación en ellos y despertando su expectativa y su fe en ser cambiados. En cada taller deben contarse testimonios y permitir que se hagan preguntas y comentarios, procurando que todos expresen como se han sentido. Esto es de gran importancia para pode interceder con entendimiento por cada persona.
Desarrollo del tema: Jesús dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17) El arrepentimiento es tanto un mandato de Dios (Hechos 17:30) como un don de Dios (Hechos 5:31). Es un don, pues él nos ha concedido la oportunidad de arrepentirnos para perdón de pecados, y es un mandamiento pues es algo que debemos hacer por obediencia a Dios (Hechos 2:38).
Arrepentirse es dar un giro de 180º grados y cambiar de dirección; es volvernos hacia Dios, cambiando la forma de pensar. Es aborrecer el pecado, sentirse como Dios siente acerca del pecado. Confesar el pecado es acordar en lo mismo. Cuando confesamos nuestros pecados decimos y sentimos acerca de ellos lo que Dios siente y dice; acordamos con El al respecto. Dios aborrece al pecado, pero ama al pecador.
El arrepentimiento debe tocar al menos tres áreas de nuestra vida. Primero, nuestra opinión acerca del pecado; debemos conocer que el pecado es una ofensa a Dios más que un mero actuar moralmente errado. Debemos apartarnos del pecado porque es algo que a Dios no le agrada y no solamente por la expectativa de malas consecuencias. Segundo, debe tocar nuestro sentimiento acerca del pecado. Dios ama al pecador pero aborrece al pecado; el verdadero arrepentimiento llega asentir por el pecado aquello que Dios mismo siente acerca de él: por eso lloramos, lamentamos y hasta gemimos por haber pecado. Por último, el arrepentimiento debe afectar nuestras decisiones. Un genuino arrepentimiento produce un cambio real de vida que es manifiesto a todos; la decisión de arrepentirnos nos hará tomar un rumbo diferente y producirá acciones que expresen que nos hemos encontrado con Jesús.
Arrepentirnos es volvernos a Dios. La relación de la humanidad con Dios se rompió por el pecado del hombre. Ambos estaban dándose las espaldas, en direcciones opuestas. Pero en Cristo Dios manifestó su deseo de volverse al hombre y reconciliarse con él; en Jesús se expresa la gracia de Dios, el “volverse” de Dios hacia la humanidad. El arrepentimiento es el “volverse” del hombre a Dios, es la reacción ante la verdad del Señor confesando los pecados. La gracia y la verdad de Dios manifiestan la gloria de Cristo. Por eso es que se produce el cambio de vida.
El arrepentimiento trae perdón. El perdón trae la gracia y ésta el cambio de vida. La gracia y la verdad caminan de la mano, y la verdad nos hace más semejantes a Jesús.
Pedro dijo: “Arrepentíos.... y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38) “Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19)
EL TABERNACULO DE DAVID
"Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar". Hechos 15:16 "En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado" Amós 9:11
Cuando hablamos del Tabernáculo de David, lo asociamos con alabanza y adoración, son los dos puntos que destacan en la reedificación. Lo atractivo de la tienda o tabernáculo era lo que estaba dentro de la tienda, lo que estaba en el lugar santísimo. A nivel espiritual hay tabernáculos que han quedado como rituales, entretenciones para cubrir espacios porque hay un gran vacío que nada ni nadie puede llenar sino sólo la presencia de Dios. Quedarnos con rituales para nuestras insitutciones evangélicas es delicado porque estaríamos cambiando lo menor por lo mayor. Cuando Marta se incomoda en ver a María sin hacer nada, le dice a Jesús: Mi hermana no me viene a ayudar, no estaba pecando, pero le reclama al ver a María sentada que estaba contemplando, elevada oyendo a Jesús, cautivada, el Señor Jesús le dice: una cosa es necesaria y ella ha escogido la mejor parte.
El que sirve sin comunión va a servir con afán, se va a molestar de los que adoran, de los que se sientan a escuchar la voz de Dios, pues la mejor parte es estar a los pies de Jesús. Eso pasa cuando nosotros vemos el paralelismo del Tabernáculo de Gabaón con el de David, unos se quedaron sirviendo, llenando el tiempo con puntos especiales, pero otros con la presencia. Él quiere manifestarse con un de repente...como en Hechos 2 que pararon embriagados por el Espíritu Santo. No permitamos que nuestros programas humanos nos excluyan de la comunión con Él. Cómo se explica que un salmista como David pudiera decir "anhela mi alma, y aún ardientemente desea..." Nadie puede hablar de un sitio a menos que pueda estar allí, pero si ha permanecido por lo menos tiene una apreciación. Nadie podía entrar al lugar santísimo sino sólo el sumo sacerdote, y el salmista dice "como te he mirado en el santuario".
Es impactante cuando un hombre es cautivado por Dios pero es más importante cuando un hombre cautiva a Dios, una cosa es que tú busques a Dios y otra es que Dios vaya detrás de ti. Hay tantas cosas que tratan de ser fascinantes que nos desvían del enfoque principal del culto, el arca la dejamos en tercer o cuarto lugar, en nuestros cultos el único espectador debería ser el Rey de Reyes, porque va dirigido a Él. Si algo se necesita es morir, no importa cómo te ves delante de los demás en tu apariencia cuando estás adorando, lo único que importa es agradar a Aquel que te dio vestido real.
Una cosa es que tú busques a Dios y otra es que Dios vaya detrás de ti.
El salmista dijo, "una sola cosa es necesaria y esta buscaré que pueda yo estar todos los días de mi vida en su casa para contemplar". Hay quienes adoran en público cuando no lo hacen en secreto, a estos no les agradará derramar su corazón cuando no tienen un micrófono, cuando no está en privilegio, aquí derrama su corazón, allá fluye su razón... es sospechoso, podríamos estar dramatizando en el altar.
¿Cómo puedes detectar que eres auténtico y genuino delante de Dios? Cuando haces en privado lo que haces en público, cuando en lo secreto te rompes y te humillas, te quebrantas y haces el ridículo. La restauración del tabernáculo de David no es solamente la alabanza, es volver a enfocarnos prioritariamente en el arca, en la presencia de Dios. Allí no llegas para pedir, allí llegas a ofrecer, es casi un sinónimo de humillación, no importa qué tiene el sacerdote, lo que importa es que está el Rey de Gloria y hay que admirarlo.
Otra de las cosas es la restauración de los adoradores. Personas que no tienen un corazón en la prioridad, mucho menos podrán tener un estilo de vida de acuerdo a la prioridad. Sacar la mezquindad, morir a la vanidad, morir al orgullo, eso no es fácil. Sobre todo, revestíos de HUMILDAD, a Pablo nadie lo podría humillar porque siempre estaba abajo, Él se auto llamaba el más pequeño de todos los santos. No hay peor cosa que ver a un adorador altivo adorando a un Dios humilde.
Leemos en Juan 4:20 "Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que es en Jerusalén... Mujer, la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén, vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos". Hay mucha gente adorando lo que no conoce en la dimesión de la estirpe de David, no conocen a Dios en la última comunión, no saben cuál es el corazón de Dios, se pierden. "Jesús dijo, ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren".
Tabernáculo también se interpreta como linaje o dinastía. Lo que Dios está buscando es revindicar el linaje, la estirpe de David, los que ministran a ese nivel o escala son los que el Padre está buscando. Imagínese un Dios cautivado, tocado por un adorador (que tenía defectos, pero tenía un corazón de búsqueda). Él es la razón. Apasionémonos por la presencia de Dios, busquemos de ella los puntos especiales está bien, pero si no te enfocan a ministrar y exaltar a Dios, podrían ser atractivos humanos que nos están alejando de la presencia de Dios. Anhela ser de los que toca el corazón de Dios de la dinastía de adoradores.
Las cosas que trascienden no nacen en la opulencia, nacen en lo secreto, en lo pequeño, sueños que Él está poniendo en tu espíritu, que a su debido tiempo se van a manifestar en público, no nacen en la multitud, nacen en lo secreto de tu cuarto, donde quiebras tu alabastro, allí Dios está hablando secretos, revelándote su corazón. Enamórate más de Dios. Una vez logres tocar y cautivar su corazón, Dios se va a ver tan agradado, tan atraído por tí, que Él te buscará por eso dice que el Padre busca verdaderos adoradores. Los adoradors no lo están buscando... El Padre los está buscando a ellos.
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